Capítulo 4 Pasaron 6 años, Dart estaba en la parada del autobus junto a Sound, toda chica que pasaba por delante de ellos recivía los piropos o silvidos de los jóvenes, mientras tanto hablaban de sus cosas. "Entonces, ¿vendrá Lara-su?" Preguntó entusiasmado Sound. "Sí, hablé con ella por teléfono ayer, este verano sí que puede venir, el anterior estuvo muy ocupada" Comentaba Dart con una gran sonrisa. Sound baciló un poco antes de preguntarle. "Oye, Dart, han pasado varios años ya, ¿aún piensas en aquella web?" Dart se puso serio. "No tenía que habértelo contado..." "Joder, tío, te preocupas por una tontería, tendrías que estar contento de tener a tío Sonic y a tía Amy" Le interrumpió Sound. "Para mí no es una tontería, eres tú quien tiene comederos de cabeza por sus padres" Terminó fríamente Dart. Sound puso mala cara y no le contestó, simplemente se retiró el flequillo y miró al horizonte con aquellos ojos de color azul profundo, el sol reflejaba en su piel verde oscuro y poco a poco fue metiéndose más y más en sus propios pensamientos. Hace 10 años, Sound se despertó de noche, oia a alguien discutir, se levantó de la cama y caminó por el largo pasillo de palacio arrastrando del brazo su peluche favorito, llegó hasta la puerta de la habitación de sus padres, aún medio dormido escuchó la conversación a escondidas: "¿¡Quieres hablar más flojo!? vas a despertar a todo el mundo" Decía Manic. "Me da igual, eres tú el que quiere guardar las apariencias" Respondió Sally. "Sí, claro, eso te importa más a ti que a mí, matrimonios por conveniencia, ¡bobadas!" "Lo hago por mi hermano, así nuestros reinos están en paz" "A otro con ese cuento, admítelo, te casaste conmigo por despecho, porque viste que no podías recuperarle..." En ese momento, Sally estuvo a punto de darle un bofetón a Manic, pero el ruido de la puerta los sacó de su discusión, aunque fuera no había nadie, simplemente encontraron en el suelo el peluche de Sound. Aquella fue la noche en que Sound lloró más en toda su vida, y se prometió a sí mismo que él nunca sería como sus padres, haría siempre lo que quisiese, nadie le obligaría a nada, como aquellas viejas historias sobre su tío Sonic, el Sonic que vivía a su manera, el que nunca se comprometía. "Pero yo no me casaré, el tío se estropeó al casarse, yo no lo haré" Se decía a sí mismo, y poco a poco el sueño le venció. Ahora, en la parada del bus, el que la sigue la consigue, y por fin un par de ardillitas rubias les siguieron la broma con una sonrisa, pero cuando ya las tenían en el bote, apareció Light con un helado. "¡Dart! mamá dice que vuelvas, tienes que arreglar tu cuarto..." Las muchachas miraron a Dart, que se estaba poniendo colorado, avergonzado por la situación, Sound por su parte se reía entre dientes, aunque no pudo reirse mucho, llegó un pastor alemán de traje negro con gafas también negras. "Oh, vaya, el servicio secreto..." Dijo con mala cara Sound. "De secreto nada, se les ve de lejos" Bromeó Dart. Sound le miró de reojo. "Bueno, chicas" continuó Sound "el deber me llama" y acompañado por aquel tipo, entró en un coche. Light seguía lamiendo su helado, despidiéndose de su primo con un gesto de su mano, le repitió el mensaje a su hermano y éste se fue refunfuñando, mientras Dart se iba, Light miró a las chicas con una simpática sonrisa, luego les ofreció un poco de su helado poniendo una mirada pícara, y las chicas, sonriendo, les hizo gracia, pero cuando las muchachas se le empezaron a insinuar, a Light le dio un ataque de timidez y metiéndose el helado de golpe en la boca, con la misma habilidad que tiene Sonic para comerse un perrito picante, salió corriendo, siempre que se ponía nervioso, siempre que necesitaba "escapar" de algo corría, eso le hacía sentir bien, a veces llegaba a subir los laterales de los edificios, como una pequeña travesura, como su papá, desde que descubrió su habilidad, había conseguido un camino de libertad. Giró velozmente una esquina y miró atrás, estaba muy lejos de la parada del autobus, respiró hondo, aliviado, aunque se volvió a sobresaltar. "¡Buh!" Se oyó a su espalda. "¡Ah!" Light se giró dando un salto "Oh, eres tú, ¿por qué me haces siempre lo mismo, Lara?" "¡Ja, ja!" Rió ella, había crecido mucho, incluso era dos dedos más alta que Light. Caminaron juntos en el camino hacia casa de Light, había llegado antes de lo anunciado, por eso Lara-su dejó a su padre hablando con Sonic y fue en busca de Dart y Light, encontrando sólo a éste último, iba contándole el viaje por el camino cuando la estruendosa caida de una fachada llamó su atención. CONTINUARÁ...